Tal día como hoy, en 1591, nacía en Játiva José Ribera, el Españoleto. El Museo del Prado le rendía con este motivo un breve homenaje en su cuenta de Twitter, al que hemos querido unirnos recordando el descubrimiento de tres obras del famoso pintor, que vivimos muy de cerca.
Fue aquél uno de esos casos que a todo restaurador o historiador le gustaría encontrarse, como mínimo, una vez en la vida. Nuestras disciplinas requieren una paciencia bien ejercitada, y aunque toda investigación tenga su belleza, no puede negarse que uno pasa la mayor parte de su vida profesional adquiriendo datos poco a poco, como hilos que sólo cobrarán sentido cuando alguien, no se sabe cuándo, los incorpore a un tejido más amplio. Cada obra restaurada, que rescata quizá del olvido a tal pintor, o pone a tal platero en un lugar insospechado del mapa, es como polvo de oro en un cedazo, que el restaurador recupera minuciosamente, y en el que de vez en cuando tiene la suerte de encontrar una gruesa pepita como esta.
Podemos imaginar bien, por tanto, la emoción que sentiría Fernando Cruz, por entonces miembro del equipo de Restauración de Talleres de Arte GRANDA, al descubrir en el lienzo que estaba restaurando en la Catedral de Granada la firma inequívoca de Jusepe de Ribera. Formaba parte del Retablo de Jesús Nazareno que, bajo la dirección de Antonio Sánchez – Barriga (Instituto de Patrimonio Cultural de España), restauraban en 2009, junto con el de la Trinidad, nuestros compañeros del departamento de Restauración, con Francisca Soto a la cabeza.
En total, fueron tres los lienzos en que pudo confirmarse la mano de Ribera: la Aparición del Niño Jesús a san Antonio de Padua, María Magdalena penitente y el Martirio de san Lorenzo. Hasta aquel momento, en el que la aparición de la firma disipó toda duda sobre su autoría, los lienzos eran por lo general atribuidos a un seguidor de Ribera. Su localización, a gran altura, y su mal estado de conservación, además de los repintes que habían sufrido en intervenciones anteriores, también habían dificultado su estudio. La restauración, que suponía su desmontaje, permitió así la investigación que llevaron a cabo los técnicos del IPCE Antonio Sánchez – Barriga y Pablo Jiménez.
Resultó de particular interés en este sentido el lienzo del Martirio de san Lorenzo, en el que, en el ángulo inferior contrario al que guardaba la firma de Ribera, aparecía la firma del también pintor de origen valenciano Juan Do. Se trataba de un caso excepcional, no sólo por la doble autoría del cuadro, sino por no existir otras obras firmadas de este maestro. En palabras de Pablo Jiménez, “el hallazgo de la primera firma constituye siempre una noticia de primera magnitud, pero la aparición, por primera vez de forma inequívoca, de la firma de Juan Do hace de este lienzo un verdadero punto de referencia para la historia de la pintura del Seicento napolitano.”
Seis años después de su restauración, el visitante de la Catedral de Granada sigue disfrutándolas, de vuelta en su emplazamiento original.
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Bibliografía:
JIMÉNEZ, Pablo, SÁNCHEZ – BARRIGA, Antonio y LÓPEZ – GUADALUPE, Juan Jesús: Esplendor recuperado: proyecto de investigación y restauración de los retablos del Nazareno y la Trinidad de la Catedral de Granada, IPCE y Catedral de Granada, 2009.
“Descubren tres cuadros de José Ribera”, El Mundo, 10 de junio de 2009